LOS HOMBRES NO LLORAN

El bailarín simulaba sus lágrimas
golpeando con sus puños,
de manera acompasada,
el suelo del escenario.
Pom, pom, pom,
¡los hombres no lloran!
los hombres golpean, ¡gritan!
¡los hombres no lloran!
A cada golpe una lágrima
que corre garganta abajo, dentro,
olvidada, obligada a sucumbir,
¡los hombres no lloran!
Pom, pom, pom,
¡los hombres no lloran!
y otra lágrima que acaba uniéndose
a todas aquellas que se tragó hace años.
¡Los hombres no lloran!
tal vez no sea un hombre,
porque los hombres no lloran
y él se ahoga con sus propias lágrimas.
¡Los hombres no lloran!
se tragan las lágrimas una y otra vez,
se llenan de agua por dentro
que se enfría y se vuelve hielo.
¡Los hombres no lloran!
golpean con sus manos el suelo,
los hombres no lloran, ¿ves padre?
Ya no lloro ¡al fin soy un hombre!
Un hombre muerto por dentro,
¿Tú un hombre?
En ese escenario no vi ningún hombre.

¡No llores los hombres no lloran!

Hasta la próxima desconexión!!!!!