...
-¿Quiere que lo explique con palabras?- sonrió, con cansada ironía, la chica sentada en aquel rojo sillón de terciopelo.
-Bueno, sé que es difícil, pero ¿podrías intentarlo? Nuestra audiencia quiere conocer cómo te sentiste- la entrevistadora fijó con avidez sus ojos en aquella joven mujer. Esta entrevista iba a producir una cuota de pantalla magnífica. Empezaba a relamerse.
Los ojos de la entrevistada se volvieron opacos, sin vida. Parecía que al intentar recordar se quedara vacía, hueca. Ojalá fuera así, pero la única manera que había logrado recordar aquellos momentos, sin volver a sufrir un ataque de pánico instantáneo fue cuando empezó a distanciarse de si misma, cuando empezó a salir de su propio cuerpo, para verse desde fuera. Ahora era su propia espectadora.
-“Aquella mañana había ido al centro comercial. No tenía nada planeado, nada especial, sólo dar una vuelta, pero...”
-Sí, continua, por favor.
-“Cuando estaba en una de las tiendas, las luces comenzaron a temblar, pagándose y encendiéndose continuamente- su voz sonaba distante, monocorde, incluso parecía venir de muy lejos- creía que era un simple fallo eléctrico hasta que finalmente se apagaron. Todos estabamos algo desconcertados, y poco a poco, el temor se expandió. No había motivo para el pánico, pero algo en el ambiente estaba tenso, podíamos notarlo. Todos...
En un segundo el suelo empezó a moverse bajo mis pies y no me sostenía. Me sentía mareada y me desplomé al suelo. Mi mente no alcanzaba a darle sentido a lo que estaba pasando.
Trozos de pared resquebrajándose. Partes del techo viniéndose sobre mi cabeza, tuberías de agua que saltaban como cuerdas demasiado tensas, que se partían inundando la planta. Cristales cediendo en mil pedazos. Ruido, montañas de ruidos, metálicos, sordos, agudos, ensordecedores, pero sobretodo humanos. Gritos, que taladraban mis oídos, llantos, súplicas, gritos de dolor y miedo cada vez más altos, aumentando, cada vez más voces se unían a la locura de aquellos instantes.
Y yo,... seguía allí, tirada en el suelo, sin poder moverme, sin poder pensar, paralizada por dentro y por fuera...
Más ruido, más, más... hasta que llegó a ser casi era inaguantable.. Ahhhhhhhhh"- gritó tapándose los oídos como si no pudiera soportarlo...
En un segundo el suelo empezó a moverse bajo mis pies y no me sostenía. Me sentía mareada y me desplomé al suelo. Mi mente no alcanzaba a darle sentido a lo que estaba pasando.
Trozos de pared resquebrajándose. Partes del techo viniéndose sobre mi cabeza, tuberías de agua que saltaban como cuerdas demasiado tensas, que se partían inundando la planta. Cristales cediendo en mil pedazos. Ruido, montañas de ruidos, metálicos, sordos, agudos, ensordecedores, pero sobretodo humanos. Gritos, que taladraban mis oídos, llantos, súplicas, gritos de dolor y miedo cada vez más altos, aumentando, cada vez más voces se unían a la locura de aquellos instantes.
Y yo,... seguía allí, tirada en el suelo, sin poder moverme, sin poder pensar, paralizada por dentro y por fuera...
Más ruido, más, más... hasta que llegó a ser casi era inaguantable.. Ahhhhhhhhh"- gritó tapándose los oídos como si no pudiera soportarlo...
La periodista estaba impresionada, a pesar de que la historia la apenaba, ésta era su oportunidad de conseguir reconocimiento y no la dejaría escapar.
-¿Estás bien? ¿Necesitas agua? ¿Quieres un descanso? ¿Puedes seguir?- aquella era la pregunta crucial. La chica levantó su rostro hacía ella, inexpresivo. Ni siquiera estaba segura de que la viera, allí sentada frente a ella. Aquella persona ahora mismo era una cáscara vacía.
-“De repente- continuó en un susurro- todo estaba oscuro, polvoriento, pero, por encima de todas las cosas, estaba completamente en silencio. No podía oír nada. Absolutamente nada... Porque el edificio yacía derrumbado encima de mí. Estaba atrapada por toneladas de escombros, piedras, metales, cables,... Atrapada y sola, a oscuras y en silencio. En total silencio..., en un silencio oscuro como la noche. La noche, asfixiante, que me rodeó, en mitad del día”.
Con sus ojos aun más brillantes le dijo
Con sus ojos aun más brillantes le dijo
- Cuéntanos ¿Qué pasó después?...
Y ella continuó su claustrofóbico relato...
Y ella continuó su claustrofóbico relato...
Hasta la próxima desconexión!!!!!!
7 comentarios:
Seguirá el claustrofóbico relato proximamente. Era muy largo para hacerlo en un sólo post!! Espero que sea de vuestro agrado!
Saludos y besos
Ya espero la segunda parte. Cómo no va a ser de mi agrado algo tuyo? Besos.-
Joder, me has dejado en ascuas. Esto no se hace.
Espero tu proximo post.
Un abrazo.
Siempre es grato leerte.
Espero la continuación.
Ya me atrapo.
Besos.
JORDI: Si es que contigo da gusto.
Besos
TETEALCA: Jaja. Nada hombre no te preocupes que te lo resuelvo en poco si?
Besos
CECY: Atrapada!! jaja. Dentro de poco el desenlace!
BEsos
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… con la mirada conectada…
Comienza bien bien. No dudo que tendrá un final sorprendente... como siempre.
... sin desconectar etc, desde CR & LMA
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ÑOCO: No sé si sorprendente pero ahí esta para cuando regreses de tu viaje.
Besos
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