Todos tenemos derecho a desconectar de nuestro trabajo, familia, malos rollos e incluso de quienes somos. Este espacio está dedicado a aquellos que quieren desenchufarse de TODO por un rato y en cualquier lugar. Nos vemos en la desconexión.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Dialogando.
─Toma una decisión con el corazón. La cabeza encontrará la manera de conseguirlo. ─¿Así de fácil? ─No. Así de difícil.
Y tannnnnn difícil!!! Gracias por visitarme, me has dado la oportunidad de conocerte, quiero quedarme por aquí para ir leyéndote poco a poco, pero ¿donde puedo seguirte?, no lo encuentro en tu blog, ¿serías tan amable de informarme? Un abrazo.
Hola Tracy. Gracias a ti por pasarte a leerme. No sé el motivo por el que desapareció lo de los seguidores pero ya lo repuse. Gracias. Y nos estamos leyendo. Un abrazo.
Chaly, yo creo que la cabeza es más cobarde que el corazón, por eso es posible, que se equivoque menos, pero también que nos lleve a lugares ya conocidos. Gracias por pasarte y comentar, siempre es bueno tener más de una perspectiva. Un abrazo
Beauséant, es una posibilidad. A veces ni siquiera con el corazón sabemos lo que queremos, y el tiempo nos trae cosas inesperadas. Gracias por pasarte a leer. Un abrazo.
Reconozco que soy de las que va donde el corazón me lleva. Que sigo tu consejo al pie de la letra.
Puedo ser luego muy racional, pero inicio el movimiento con los mandatos del corazón.
Entonces llega la cabeza a la carrera y aporta la parte sensata, la "infrastructura", pero sólo dejo que advierta al corazón de asumir el riesgo de las elecciones que toma.
Ahí se ponen de acuerdo hasta la próxima. Y, tal vez, sin que el corazón se entere, siempre tiene un plan B.
Me gusta tu ríncón, y sí, me desconecto cada día de la vida real, si no lo hiciera estallaría.
Tesa Medina. Al fin una valiente, pensé que la "cordura desaforada" nos estaba ganando la batalla... Me alegra saber que tu parte racional y emocional se complementan tan bien. Un placer que te pasaras, mi rincón está abierto para ti en todo momento para que vengas conmigo a desconectar. Un abrazo.
Tal vez el planteamiento sea incorrecto, en estos casos. Prueba otras vías...
«El cerebro intestinal desempeña un papel importante en la felicidad y miseria humanas», dice Michael Gershon, autor del libro «El segundo cerebro» y profesor de anatomía y biología celular del Centro Médico Columbia en Nueva York. Sabemos tan poco todavía sobre la conexión de la mente y el cuerpo. La Neurogastroenterología, ciencia de la medicina que estudia la función digestiva, nos alerta de que una parte importante de los pacientes que acuden a un especialista de digestivo presentan síntomas sin causa detectable, lo que se define como enfermedades funcionales. Nervios, ansiedad, estrés... se manifiestan desde nuestros primeros momentos de vida extrauterina mediante llantos y los llamados cólicos del lactante, o el «me duele la tripa» que dicen los niños cuando están inquietos. Todos hemos vivido la relación entre el miedo y el intestino. Y no escribo la expresión utilizada porque suena fea, pero desde luego no es una metáfora. Ahora nos explican los científicos que el intestino no es una mera cañería, que contiene más de cien mil millones de neuronas, casi tantas como el cerebro mental. «La red nerviosa intestinal está dirigida por un pequeño número de ''neuronas comandantes'' que reciben órdenes básicas del cerebro y las redirigen a los millones de neuronas que se extienden a través de las dos redes nerviosas propias del intestino. La actividad inmunitaria del intestino se puede considerar el mayor órgano del sistema de defensas». Resumiendo, parece ser que el intestino toma decisiones y utiliza en su funcionamiento circuitos complejos como sólo existen en el cerebro. No se conocen las razones por las que el sistema nervioso entérico se trastorna, pero las emociones pueden desempeñar un papel fundamental. A modo de ejemplo nos cuentan que casi todos los pacientes con síndrome de colon irritable se quejan de problemas mentales y emocionales. Y en el cáncer de colon, cada vez más extendido, los factores ambientales son importantísimos. En fin, que aunque no podamos cambiar todos esos factores externos, sí podemos cuidar nuestro intestino comiendo bien y menos. Que no se disfruta más de la comida atiborrándose. Que debemos utilizar nuestro primer cerebro para ser delicados con el segundo.
Ñoco vienes cargadito. Te documentaste bien. Madre mía. Meditaré sobre ello, pero estoy bastante de acuerdo con lo que refiere de las enfermedades intestinales.
15 comentarios:
Y tannnnnn difícil!!!
Gracias por visitarme, me has dado la oportunidad de conocerte, quiero quedarme por aquí para ir leyéndote poco a poco, pero ¿donde puedo seguirte?, no lo encuentro en tu blog, ¿serías tan amable de informarme?
Un abrazo.
Hola Tracy. Gracias a ti por pasarte a leerme.
No sé el motivo por el que desapareció lo de los seguidores pero ya lo repuse.
Gracias. Y nos estamos leyendo.
Un abrazo.
El corazon siempre se equivoca cuando se trata de decisiones dificiles.
Abrazos
Chaly, yo creo que la cabeza es más cobarde que el corazón, por eso es posible, que se equivoque menos, pero también que nos lleve a lugares ya conocidos.
Gracias por pasarte y comentar, siempre es bueno tener más de una perspectiva.
Un abrazo
La cabeza y el corazón no son compatibles.
Saludos
Malquerida, tal vez no compatibles pero sí complementarios.
Un saludo
De conseguirlo o de encontrar otra cosa que no se parece ni remotamente, pero consuela igual, ¿no?
La cabeza nos hace trampas constantemente...
Me ha encantado tu rincón
y sabes ¿por que?
porque
sos de
Verdad
Beauséant, es una posibilidad. A veces ni siquiera con el corazón sabemos lo que queremos, y el tiempo nos trae cosas inesperadas.
Gracias por pasarte a leer.
Un abrazo.
Recomenzar. Encantadísima de que te gustara. Ahora pienso pasar a ver cómo "sos".
Un abrazo
Gracias por TO BE
(ser y estar)
:)
Reconozco que soy de las que va donde el corazón me lleva. Que sigo tu consejo al pie de la letra.
Puedo ser luego muy racional, pero inicio el movimiento con los mandatos del corazón.
Entonces llega la cabeza a la carrera y aporta la parte sensata, la "infrastructura", pero sólo dejo que advierta al corazón de asumir el riesgo de las elecciones que toma.
Ahí se ponen de acuerdo hasta la próxima. Y, tal vez, sin que el corazón se entere, siempre tiene un plan B.
Me gusta tu ríncón, y sí, me desconecto cada día de la vida real, si no lo hiciera estallaría.
Un beso,
Tesa Medina. Al fin una valiente, pensé que la "cordura desaforada" nos estaba ganando la batalla... Me alegra saber que tu parte racional y emocional se complementan tan bien.
Un placer que te pasaras, mi rincón está abierto para ti en todo momento para que vengas conmigo a desconectar.
Un abrazo.
Tal vez el planteamiento sea incorrecto, en estos casos. Prueba otras vías...
«El cerebro intestinal desempeña un papel importante en la felicidad y miseria humanas», dice Michael Gershon, autor del libro «El segundo cerebro» y profesor de anatomía y biología celular del Centro Médico Columbia en Nueva York. Sabemos tan poco todavía sobre la conexión de la mente y el cuerpo. La Neurogastroenterología, ciencia de la medicina que estudia la función digestiva, nos alerta de que una parte importante de los pacientes que acuden a un especialista de digestivo presentan síntomas sin causa detectable, lo que se define como enfermedades funcionales. Nervios, ansiedad, estrés... se manifiestan desde nuestros primeros momentos de vida extrauterina mediante llantos y los llamados cólicos del lactante, o el «me duele la tripa» que dicen los niños cuando están inquietos. Todos hemos vivido la relación entre el miedo y el intestino. Y no escribo la expresión utilizada porque suena fea, pero desde luego no es una metáfora. Ahora nos explican los científicos que el intestino no es una mera cañería, que contiene más de cien mil millones de neuronas, casi tantas como el cerebro mental. «La red nerviosa intestinal está dirigida por un pequeño número de ''neuronas comandantes'' que reciben órdenes básicas del cerebro y las redirigen a los millones de neuronas que se extienden a través de las dos redes nerviosas propias del intestino. La actividad inmunitaria del intestino se puede considerar el mayor órgano del sistema de defensas».
Resumiendo, parece ser que el intestino toma decisiones y utiliza en su funcionamiento circuitos complejos como sólo existen en el cerebro. No se conocen las razones por las que el sistema nervioso entérico se trastorna, pero las emociones pueden desempeñar un papel fundamental. A modo de ejemplo nos cuentan que casi todos los pacientes con síndrome de colon irritable se quejan de problemas mentales y emocionales. Y en el cáncer de colon, cada vez más extendido, los factores ambientales son importantísimos. En fin, que aunque no podamos cambiar todos esos factores externos, sí podemos cuidar nuestro intestino comiendo bien y menos. Que no se disfruta más de la comida atiborrándose. Que debemos utilizar nuestro primer cerebro para ser delicados con el segundo.
Un beso sin desconexión
· LMA · & · CR ·
Ñoco vienes cargadito. Te documentaste bien. Madre mía. Meditaré sobre ello, pero estoy bastante de acuerdo con lo que refiere de las enfermedades intestinales.
Un beso
Publicar un comentario