lunes, 30 de junio de 2008

Y HEMOS PODIDOOOOO!!!!!!!!


Somos Campeones de Europa!!!!!!!!!!!!! Y no hay más que decir!!!!!!!!!!!!!!!! Para todos los jugadores!!!!!!!! ENHORABUENA POR HACERNOS DISFRUTAR ASÍ. Ole Ole y Ole. Orgullo de selección!
Hasta la próxima desconexión!!

martes, 24 de junio de 2008

FIESTA NACIONAL!!


Antes de empezar pido comprensión para aquellos que no les gusta el fútbol, y que se sienten hartos de tanta Eurocopa, en la radio, en la televisión, en las noticias..., pero para los que somos aficionados, es una gran semana, y no podía dejar pasar esta oportunidad para homenajear a uno de los jugadores que esta haciendo que disfrutemos como niños, en estos días. Sí como habréis imaginado es IKER CASILLAS ("San Iker" o "El Santo" para algunos) Se han escrito muchas cosas sobre él, pero ajhora, lejos de toda rivalidad, que durante el campeonato de liga se respira, el domingo 22 de junio, España (al menos la futbolera) apoyaba al mismo hombre, al mismo jugador, al mismo portero, que tenía la ilusión de todos cargada sobre su espalda, y que no defraudó. Da gusto comprobar que puede un juego ser creador de tanta ilusión, sobretodo de ilusión compartida entre todos, unidos bajo los mismos colores, sin rencillas, ni envidias. Así da gusto!

Os dejo unos versos que encontré sobre el mejor portero de España (que no se ofenda nadie)


“Es la perfección de su perfil, sobre todo –dijo

Para mí (respondió el otro) es la plenitud muscular.

Joven, fuerte, rotundo, vive en el dulce equilibrio

del estupor del roble y una tiranía de pétalos de oro...

Por lo demás es espléndido en su oficio. El mejor

portero del fútbol actual. Atinado y ágil. Bajo el larguero

hay tarde que sus músculos tan firmes crecen como aves

de ligereza sorprendente y núbil. Príncipe de piedra y viento.

La belleza es un canon cultural –exigente. Que repite

modelos perfectos desde Fidias o Praxiteles. Perfectos. Pero es

también la belleza la cualidad esplendente de lo transitorio.

Sin fungibilidad, sin lo efímero, no existiría la belleza.

Y así este Iker de ahora mismo (exacto número áureo)

brilla y mucho nos arde pues lo conocemos irremediablemente caedizo.”
Una vez satisfecha mi vena futbolera, sólo me queda deciros...nos vemos pronto en otro ¿"negro" relato?
Hasta la próxima desconexión!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

jueves, 12 de junio de 2008

EL JARDÍN


Mi amigo Jabel, escribió un gran post, que se llamaba el Jardín del Convento, y me fascinó. Y se le ocurrió que escribiera una historía que se desarrollara en él (más o menos) No sé si le gustará el resultado, pero recogí el guante y aquí estoy de nuevo.

Espero que os guste sobretodo a Jabel que me inspiró y ha sido mi guía en el descubrimiento de estos personajes anónimos que se crearon en mi cabeza y que en parte gracias a él pudieron nacer. (La foto del convento también es suya)



El jardín era verde, fresco, alegre, ocupaba la parte trasera del convento, que había al otro lado de su calle y siempre estaba vacío. A su lado se elevaba otro edificio, de pequeñas proporciones, que como supo más tarde, era un antiguo hospicio. Las monjas llevaban ocupando aquel preciso y precioso lugar durante años, pero casi nunca se las veía en el jardín, de hecho casi no se las veía nunca en ningún sitio. Parecía que el jardín se cuidaba solo, renovándose él mismo.
Pero aquel día desde su balcón observó que no sólo había alguien en el jardín, sino que extrañamente, había siete mujeres, solas, distanciadas entre si, sin mirarse, sin hablarse, sin sentir la necesidad, siquiera, de dar a entender que incluso podían verse unas a otras. Aquello escapaba de lo habitual, pero pasado el primer momento de desconcierto, todo volvió a la normalidad en su mente, apaciguándose. Era extraña la sensación que había tenido, como se alertaba todo en su interior, pero ahora aquel sentimiento se había vuelto a dormir.

Pocas semanas después la escena se repetía, en este caso eran cuatro las mujeres que deambulaban por el maravilloso jardín. Aquello era aun más extraño. Antes jamás había nadie, y ahora se llenaba de mujeres desconocidas. Debía tener una explicación, pero su mente no lograba dar con ella, no sabía por qué era tan importante para él, pero no podía dejarlo. En su mente empezó a germinar la curiosidad, la imaginación se le desbocaba y se embargaba en el desasosiego, pero seguía sin saber el motivo, tan sólo era un jardín, por el que paseaban cuatro mujeres. Pero por mucho que se lo repetía, algo en aquella situación había cautivado su mente, que ágil, elaboraba teorías, posibilidades, a cuál más descabellada.

La rutina se fue sucediendo. Todos los días vacío, abandonado a su suerte, olvidado, para entonces, verse pleno de sonidos, de alientos, de suspiros, de nervios. Fue cuando cayó en la cuenta, siempre eran mujeres las que rondaban por el jardín, nunca hombres. Aunque eso podía explicarse porque era un convento de monjas. Pero lo que llamaba poderosamente su atención, era que todas, sin excepción, fueran altas, bajas, bonitas, feas, jóvenes o no tan jóvenes, desprendían nerviosismo, como descargas eléctricas a su alrededor, que las hacían frías, distantes. Tal vez fuera eso lo que provocaba su expectación desde un principio, que algo tan frío, tan tenso, tan distante contrastaba con aquel espacio vegetal, sereno, amable, y apacible que era el pequeño jardín del convento. Además más de una estaba embarazada, una de ellas incluso debía de haber cumplido ya las cuentas, porque realmente le costaba moverse en todos los sentidos.
Lejos estaba de sospechar lo que realmente pasaba dentro de aquel recinto, de aquellas mujeres, de sus mentes y de sus cuerpos.

Un día cualquiera, sin nada de particular abrió el periódico, mientras desayunaba, en el bar que había próximo a su trabajo, y en él pudo leer la siguiente noticia:
“Desmantelada una red de venta de bebés en un convento”
No podía creerlo, debajo del titular había una foto de su precioso jardín, debía haber un error, así que siguió leyendo.
Las monjas del Convento a través de sus colaboraciones en las asociaciones de ayuda contactaban con mujeres deseosas de abortar y las convencían para que dieran sus hijos a parejas que no podían tenerlos. Para evitar los trámites de la adopción, llevaban a cabo el parto en el hospital del convento y declaraban al bebé fallecido, falsificando las antiguas actas de defunción de los huérfanos que residían, anteriormente, en el hospicio. Mientras por otro lado manipulaban las partidas de nacimiento, también de los huérfanos, para entregárselos legalmente a sus padres-compradores, es decir a las parejas seleccionadas por las monjas previamente, que debía pagar sumas astronómicas por el “encargo”. Tenían contactos en los distintos Registros (ya se sabe que con dinero se compra todo, incluso los “propios hijos, pensó) así que a la venta de niños se suman el delito de falsificación de documento público y cohecho, pero no se han facilitado más datos sobre la trama legal.
La Madre Superiora declaró que: “lo único que hacían era salvar niños que iban a morir y entregarlos a parejas deseosas de cuidarlos, y que no podía pedir perdón por eso, ni arrepentirse” Pero cuando se le preguntó por el dinero que recibían a cambio dijo que: “no hacemos esto por dinero, sino por caridad” Este periódico ha podido conocer que se han incautado grandes sumas de dinero tanto en el Convento como en cuentas bancarias a nombre de la Madre Superiora, que ya ha sido imputada por los delitos cometidos. Se procede ahora por la policía a revisar la documentación encontrada, para poder hallar a los niños vendidos...


Se había quedado de piedra, como si su sangre se hubiera parado en sus venas. Ahora que lo leía, estaba todo más claro, él había visto a las embarazadas! Estaba indignado, delante de su propia casa se vendían niños, incluso antes de nacer! Qué mensaje recibían esos pobres niños, cómo iban ellos a valorarse en un futuro, cómo podía haber alguien tan ruin! Los mayores perjudicados, como no, o más bien como siempre, eran los niños, que ahora no pertenecían a nadie, sus padres no los querían y los que los querían no los merecían. Era triste venir a este mundo de ese modo.

Sin pensarlo, sin pararse siquiera a meditarlo, y tras muchas horas de esfuerzo, se plantó ante su novia, y le explicó como se sentía. Ella debía entenderlo, le dijo que había faltado todo el día al trabajo, y había ido de un lado a otro, rellenando formularios, y solicitando documentos, pero que al final había entrado en el programa de acogida de los niños. Por su tono ella supo que no le estaba pidiendo permiso, ni tampoco le preguntaba si estaba de acuerdo, simplemente la informaba de su decisión. Ella no sabía que decir, ni si estaba preparada, pero la conmovió cuando le escuchó decir, que no podía estar tranquilo si al menos no ayudaba a uno de esos niños a descubrir la belleza que podía encontrar en la vida. Y dicho esto la dejó allí envuelta en sus propios sentimientos y pensamientos.
Él sabía que el acogimiento podía ser muy duro, que se encariñaría con el niño y que no era definitivo, pero se dijo a si mismo que si su afecto y su compañía tenían fecha de caducidad, podría en cada día su mayor empeño, como si ese fuera el último. Salió al balcón y vio de nuevo el jardín, ahora no le parecía tan bonito, tan sereno, ni tan fresco, porque había amparado toda aquella... no tenía palabras para describirla..., miseria. Había amparado toda aquella miseria humana, bajo sus ramas, su agua, sus sombras, sus hojas, su belleza. Ahora creía que era un impostor, igual que las monjas, que tapaba su verdadero rostro bajo aparente hermosura, bajo una máscara de bondad, bajo una imagen de perfección. Podridas podían estar sus raíces como el interior de sus cuidadoras y dueñas.
¿Dónde estaba la mano de Dios en todo esto? Pero justo en aquel momento por su mente cruzó, como llamada por su propio interior, la imagen del recuerdo, de cómo había elegido aquel piso, fue el balcón y las vistas lo que le había decidido, incluso por encima de otros pisos con mejores condiciones. Tal vez si que estaba presente...
Hasta la próxima desconexión!!!!!!!!!!!!!!!!!

sábado, 7 de junio de 2008

'EL CABALLERO SOBRE DOS RUEDAS'



Amigos blogeros, ya estoy de vuelta! Bueno a medias, porque he terminado todos mis lios extralaborales, y vuelvo a tener tiempo para visitaros y distraeros un poquito con mis pequeños relatos. Pero digo "a medias", porque el relato que sigue a continuación no es mio. No! Mi gran amiga Petardilla, tenía mucha ilusión por publicar una historia, y le he cedido un pequeño espacio en el blog! Como sabeis siempre digo que este es un lugar para desconectar de los malos rollos y para conocer gente nueva, y nuevas maneras de ver las cosas, así os la doy a conocer. Es su primer relato, pero espero que le pique el gusanillo de la escritura, y siga por este camino, ya que al menos para mi es una manera estupenda de enriquecerse uno mismo.


Quiero daros las gracias a todos aquellos que habéis seguido visitando el blog, a pesar de no actualizarlo mucho, y os comunico que dentro de poquito colgaré el próximo relato. Por el momento os dejo con este, que espero os guste.

Iba en su coche, conduciendo tranquilamente, cuando vio como una moto de 1000cc, aunque no se fijó mucho, parecía de esa cilindrada. La moto se adelantó haciendo unas eses graciosas y discretas, no las típicas pasadas de niñitos. Y de repente, se quedó parado a la izquierda de la calzada. Pero sólo se fijo en eso, y ella pasó al otro carril para no esperar la cola “de los lentos” que no son capaces de entrar en la rotonda sin parar dos horas a ver si pasan las hormigas primero… Entonces se dio cuenta de que el motorista hizo un gesto con la cabeza mirando su coche, pero siguió sin más, pues ya llegaba tarde y no le dio más importancia. Ella iba cantando voz en grito la canción que en ese momento ponían en la radio por casualidad, pues había cambiado varias veces de emisora, y la dejó en esa canción, de Robbie Wiliams, que tanto le gustaba. Pasada la rotonda, de nuevo se colocó a su lado el misterioso motorista, la saluda, y ella le contesta, saludándole también, sin saber quien era, pues llevaba gafas de sol y el casco. Siguieron avanzando en la carretera, en la que se había formado caravana, como siempre. Así que, de nuevo, un poco después intentó hablarle, pero ella no podía oírlo por ese lado del coche, así que el chico se dio la vuelta y por el lado derecho se acercó a la ventanilla del coche, ella bajó la ventana y de repente… sin esperarlo le dijo: “¿Te tomas una cerveza conmigo?”. No lo podía creer, era lo que menos esperaba en ese momento, pensaba que iba a preguntarle por una dirección, y toda sorprendida echo a reír. Le dijo que no, por supuesto, y él volvió a preguntarle “¿Y otro día?... aaah, increíble, pero … no lo podía creer. Un desconocido, que la invitaba a una cerveza. Nunca le había ocurrido algo parecido mientras conducía, era lo más.


El chico desapareció por la carretera.

Ella se quedó pensando, sin saber en qué…

Pero de todos modos, le pareció algo muy romántico, un asaltante de caminos, un príncipe sobre ruedas… como en los cuentos épicos… pero en el siglo XXI, sobre ruedas, que ilusión.
Puede que algún día vuelva a saber algo de él.


Hasta la próxima desconexión!!!!!