jueves, 23 de julio de 2009

TRAJE NEGRO Y PELO COBRIZO


Abrí la puerta y ahí estaba él, de nuevo. Con su traje negro y su pelo cobrizo, un tanto exagerado. Se notaba con claridad que era un llamativo tinte, y aunque al principio le pareció una excentricidad, había acabado por extrañar ese pelo cuando no lo veía.
Los síntomas volvían a aparecer, sin remedio. En cuanto lo veía; en el momento de tenerlo frente a ella, sus manos temblaban, sus piernas se aflojaban, el corazón se encabritaba, sudaba más allá de lo escandaloso y, para empeorar todo un poco más, se iniciaba ese desesperante tartamudeo. No le pasaba con ninguna otra persona, con ningún otro hombre. Era ridículo y vergonzoso.

Se miraron largo rato, como siempre. No hacía, ni mucho, ni poco que se conocían, pero desde el primer encuentro, la invadió una peculiar sensación que aun no la abandonaba.
Habían coincidido en multitud de lugares, el cine, el supermercado, la bolera, incluso, en la peluquería. Y en todo ese tiempo jamás habían cruzado una palabra. Bueno para ser exactos, él jamás había pronunciado una sola sílaba, aunque ella con su tartamudeo había pronunciado sílabas por los dos, pero eso tampoco ayudó en nada a la comunicación. Estaba segura que él pensaba que era tonta, más bien, que debía tener una tara mental.

Había consultado con varios médicos, porque no lograba obtener una respuesta satisfactoria para explicar su estado de ánimo. Probó distintos tratamientos, e incluso clases de relajación y yoga, en las que por cierto también se lo encontró. Pero nada conseguía, ni mejorar su situación, ni explicarla.

Fue por ello que acudió a los únicos en los que podía confiar, aquellos que mejor la conocían. Sus amigos. Aquí hubo unanimidad. Todos le dijeron que era evidente lo que sucedía y que dejara de gastar dinero innecesariamente. Ella estaba enamorada. Ahora todo le quedaba claro. Debía ser exactamente eso. No podía ser otra cosa.

Estaba enamorada del cobrador del frac. ¿O eran todos los síntomas por causa de las deudas que aun tenía, y no sabía como pagaría?

No, no, ella estaba convencida de que era amor, ahora que se lo habían confirmado sus amigos, ellos no podían fallar. No cabía error posible. Pero entonces, ¿lo estaba engañando con el director de su banco? ¿También estaba enamorada de él? Porque cada vez que la llamaba para hablar de su hipoteca temblaba tanto que hasta tenía ganas de llorar...




Hasta la próxima desconexión!!!!!!!!!!!!!!!

miércoles, 8 de julio de 2009

RAIN/BI SAD TANGO




UN POQUITO DE MUSICA PARA ACOMPAÑAR LAS TARDES DE CALOR, NO?

Mis amigos me llaman friki, porque escucho pop coreano, sí lo sé, así dicho suena muy duro, pero es que son malas personas, jaja.

En fin que para que puedan llamarme friki con derecho, les facilito la visión de este video, no sé si como cantante les motivará, pero como bailarín a mi personalmente me parece un crack.

"Que la sigan pasando rico" y estaré de vuelta con más cositas, sólo estoy en un periódo veraniego, es decir, más bien "agobiaita de calor" por estos lares, y con poca iluminación narrativa, pero dentro de poquito se me irá pasando!!!

Adiós: annyonghi kyeseyo

Hasta la próxima desconexión!!!!!