miércoles, 30 de septiembre de 2015

DECEPCIÓN



Me decepciono a mí misma cuando alguien tiene un bonito gesto conmigo y me descubro pensando que yo no lo haría.
Ni siquiera me queda el consuelo de poder culpar a otro.


¡Hasta la próxima desconexión!

miércoles, 23 de septiembre de 2015

SE NOS FUE LA MAMÁ CARMEN BALCELLS

"Todos nacemos felices. Por el camino se nos ensucia la vida, pero podemos limpiarla. La felicidad no es exuberante, ni bulliciosa, como el placer o la alegría. Es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de satisfacción que empieza por amarse a sí mismo. Tú deberías quererte como te quiero yo, como te quieren todos los que te conocen..." (El Amante Japonés- Isabel Allende)





Isabel es una de mis escritoras de cabecera, por muchos motivos, pero por uno en particular; ella me enseñó a disfrutar de la literatura y también que era posible contar crudas verdades intercalando un poco de magia. Hace un par de días murió Carmen Balcells, editora no sólo de esta escritora sino de otros grandes autores (Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Pablo Neruda, Miguel Delibes, Álvaro Mutis, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre,Gonzalo Torrente Ballester, Manuel Vázquez Montalbán, José Luis Sampedro, Terenci Moix, Juan Carlos Onetti, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Josep Maria Castellet, Juan Goytisolo, Alfredo Bryce Echenique, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Isabel Allende, Rosa Montero y Gustavo Martín Garzo...). Así que puede decirse que gracias a ella, yo amé la literatura (y para bien o para mal este blog es resultado de ese "amor").

Gracias por regalarme tardes llenas de palabras junto a una ventana y numerosas vidas que habías seleccionado con cariño para mí.


Hasta la próxima desconexión.

jueves, 17 de septiembre de 2015

CARTA A MI AMIGA (Grandes dilemas)


Málaga a 17 de septiembre de 2015

Amiga, esto va a ser bastante atípico, ya te voy avisando.

Primero, ¿cómo se saluda hoy día por carta? ¿Hi!? ¿Hola? ¿Buenas? Estoy segura que “Estimada” o “Querida” no pega nada, así que mejor pasemos un tupido velo sobre el incómodo tema del saludo, y que empiece esta conversación “in media res” como dirían los literatos.
Segundo, (muchas son las dificultades o dudas que tenemos hoy día para escribir una carta, como puedes ver) ¿qué tono debo usar? No es una carta a un desconocido, ya hace años que nos conocemos vía Internet e incluso nos hemos visto en tres o cuatro ocasiones, por lo que el dilema al que me enfrento es el siguiente: no puedo usar las típicas frases de presentación, “Mi nombre es…, soy de…, tengo X años…”porque ya nos conocemos, pero no tenemos un contacto tal que nos haga cercanos (literal y no literalmente hablando) así que, ¿qué me recomiendas?
Es difícil que me sugieras algo antes de contestar a esta carta, pero ya sería tarde, no creo que tu sugerencia sea la salida a mi problema. Supongo que me arriesgaré con un tuteo así, de andar por casa, no tanto como un whatsapp (prefiero no tener que poner abreviaturas y emoticones, porque dibujar caritas en el papel no es lo mío, eso lo dejamos para cuando conversemos por otras vías)
Como decía, usaré el tono de unas amigas que, por ejemplo, fueron compañeras de colegio, pero hace quince años que no se ven. ¿Te parece? Si no es así ya me lo harás saber en tu carta.
Ya tengo resuelto dos de los mayores escollos pero llega el contenido fundamental. No quiero que esta carta sea un ejercicio de “yoismo” aunque en realidad todas las cartas lo son (según mi opinión) Te cuento sobre mí cosas que tal vez no quieras saber, no te interesen o directamente te aburran, y tampoco quiero que se convierta en un interrogatorio, ¡ni que esto fuera una investigación de la policía! En fin, no me malinterpretes, quiero saber de ti, pero tampoco me creo con derecho a preguntarte nada, vaya a ser que no quieras contármelo y jamás te pondría en esa situación. ¡Qué prime la libertad, ante todo!
Me empiezo a agobiar, es que no sé… esto es más difícil de lo que pensaba, yo creo que esta locura que se te ha ocurrido de mandarnos cartas escritas a mano, así, sin más, sin pensártelo, no va a funcionar. Lo mejor va a ser que te siga mandando los mensajes al móvil porque lo de usar papel y bolígrafo es mucha presión para mí. A todo esto, ¿bolígrafo o pluma? ¡Ves! Yo, así no puedo.
Voy a mandarte este intento de misiva (mira, uso palabras de las que te gustan) solo para que veas que no he podido escribirte una carta. ¡Ah! Y de paso te mandaré un whatsapp para que sepas que ya va para allá. No sea que se pierda y creas que no te escribí.

Una última duda me asalta. ¿Cómo me despido por carta? ¿Adiós? ¿Un beso? ¿Nos vemos? (no creo que eso pase) ¿Ciao? ¿Bye? Bueno dame por despedida y se acabó.

¿Por qué a estas cosas no se les acaba la batería, o la tinta en este caso?

Te dejo sin posdata ni nada, que nunca supe para qué servían.

¡Hasta la próxima desconexión!

domingo, 13 de septiembre de 2015

PLAYA MISERICORDIA





Antes de salir el sol.

La playa de la Misericordia estaba desierta aún no había amanecido aunque pronto se llenaría de bañistas, pero él no estaba allí para darse un baño; bueno tal vez sí, posiblemente el último.
Ella se había ido. Era culpa suya. Lo sabía, podía sentirlo en los huesos. Esos huesos que casi no le sostenían.
Era su playa preferida, allí se conocieron. Ella no volvería a correr por la orilla, ni a ponerle crema en la espalda. No podía creer que nunca más verían salir el sol sobre esas olas. Había ido a despedirse porque ella no pudo.
Lanzó una última mirada a la ciudad que fue escenario de sus encuentros y allí estaba... como si le mirara desde arriba...

Unas horas antes.

El conductor del autobús paró para recoger a su único pasajero. Era el último viaje antes de que toda la responsabilidad recayera en el autobús nocturno. La noche empezaba a rociarse sobre Málaga.
Cuando el chico compró el billete vio que tenía las manos manchadas de pintura blanca. No había nadie más en el autobús, así que "por qué no averiguar un poco". Sentía curiosidad por la manos y la ropa manchadas de blanco y por aquella sonrisa. No hacía falta ser Sherlock para saber que su aspecto no era por haber estado trabajando. Tras una conversación plagada de tópicos, "qué buen tiempo hace..." el chico le confesó lleno de entusiasmo que acababa de cometer un acto vandálico, para terminar riendo con las orejas coloradas. Su novia lo acusó de ser poco romántico, no le era fácil expresar sus sentimientos según le contó era muy malo con las palabras, así que aquello fue lo que se le ocurrió...

Después de amanecer en la playa de la Misericordia.

Los bañistas acudían sin saber que serían espectadores de primera mano. Alguien había subido a la vieja chimenea de piedra, construida dentro de la playa y con pintura blanca escribió MÓNICA, en letras enormes. Se supuso que habían escalado, pero no tenían ni idea de quién era Mónica, ni por qué aparecía su nombre a veinte metros de altura donde todos pudieran leerlo.

A los pocos días.

¿Habéis oído lo de “Torre Mónica”? Dicen que alguien lo escribió para su novia que acababa de morir en un accidente de tráfico.
¡Qué dices! Me han dicho que es una declaración de amor.
Ninguna de las dos cosas. Dicen que no hay señales de que alguien haya escalado la chimenea. Fue un fantasma. ¡Ouuuuu!
¡Sí, claro!
Pues mi vecino, que es policía, me ha dicho que han intentado borrar la pintada y cada noche vuelve a aparecer, nadie sabe cómo, quién o por qué lo hace. Estoy seguro que es un fantasma.

El conductor del autobús sonrió.




¡Hasta la próxima desconexión!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Dialogando.





Toma una decisión con el corazón. La cabeza encontrará la manera de conseguirlo.
¿Así de fácil?
No. Así de difícil.



Hasta la próxima desconexión.

jueves, 3 de septiembre de 2015

¿POZO SECO?



Cuando era más joven las ideas bullían en mi cabeza peleando por ser las elegidas, ahora es como si tuviera que perseguirlas, pistola en mano, para que tras en una cruel batalla, salgan a la blanquecina luz: asustadas y en retazos.

 Escribir unas pocas líneas cuesta más que subir las escaleras que te acercan al "Gran Buda" de Ping Ngong, termino agotada y temblorosa; como si intentara sacar un cubo lleno de agua de un pozo ya seco. Aun así, cuando menos lo espero una chispa prende (una frase, una canción, una noche en vela...) y allí está; tal vez no a borbotones pero sí como un reposado caudal que muestra que aún no se secó. Soy yo quien coloca un dique donde antes había una cascada. Continúo preguntándome el por qué, pero mientras encuentro la respuesta sigo intentado extraer agua del pozo, cansándome y reponiéndome ya que nadie puede negar la certeza de que se necesita "agua" para vivir.


¡Hasta la próxima desconexión!