martes, 12 de agosto de 2008

DECISIÓN INAPELABLE


Caminaba cabizbajo por el puente en aquella noche fría y gris. Arrastraba los pies sobre la acera como si soportara el peso del mundo sobre sus hombros, como si ese peso lo aplastara contra el suelo, y necesitaba toda su fuerza de voluntad para dar un nuevo paso.
Avanzaba sin tener un rumbo fijo, relamiendo sus heridas. Había tomado una decisión, ya estaba hecho, no habría vuelta atrás. La nota ya descansaba sobre su escritorio, en un vano intento de explicarlo todo. Finalmente lo había decidido.

De repente se paró, se acercó a la barandilla del puente y miró la carretera que discurría debajo. En un ataque de decisión, que no sabía de donde surgía, levantó la pierna izquierda y la pasó por encima de la barandilla, acto seguido la derecha la acompañó en su vuelo. Solamente las manos lo aferraban a la vida. Todo estaba a punto de acabar, lo que había vivido y lo que había decidido no vivir.

Como un rayo ese pensamiento entró en su mente quemándolo por dentro, como si una inmensa luz hubiese penetrado en un lugar recóndito, ajeno a la claridad desde hacía mucho tiempo, tal vez demasiado. Y lo invadió lo llenó por dentro, como el aire al respirar, introduciéndose en sus pulmones, en su vientre, incluso pudo sentirlo en la planta de los pies “lo que había decidido no vivir”. Siempre quiso visitar países exóticos y lejanos, escribir un libro, aprender a bailar el tango... una lista sin final se aparecía en su cabeza ¿Cómo no lo había pensado antes? ¿Qué pasaba con todo aquello que siempre había deseado? ¿Acaso merecía la pena luchar? ¿Era posible que le quedara un resquicio de ilusión? Sintió su cuerpo vacilar, su determinación se desvanecía ¿Sería $arrepentimiento lo que experimentaba?

Fue en ese momento de reflexión cuando una fuerte corriente de aire lo empujó hacía el vacío y sus pies perdieron el apoyo del puente. Todo su cuerpo quedó suspendido, sujeto sólo por sus manos, que se aferraban con desesperación al mismo puente, del que momentos atrás estaba decido a saltar, y es que pensaba que no era lo mismo tomar la decisión de saltar y acabar con todo, a que el azar eligiera por ti, el momento preciso sin estar preparado. Pero incluso él, en aquella terrible situación se daba cuenta de que no era más que una excusa, una muy mala excusa.

Entonces la oyó. Era una risa macabra que se arrastraba en el viento, dentro del mismo viento que lo empujaba hacía su final, que lo haría caer. Gritó pidiendo ayuda, pero nadie apareció. Volvió a oír aquella siniestra risa, pero ¿de dónde venía?
Se sentía cansado, no podría aguantar mucho más. Alzó la vista, miró sus manos y las sintió arder debido al esfuerzo que hacía para mantenerse en aquella precaria situación. Pero algo extraño sucedía, ¡¡sus manos se aflojaban contra su voluntad!! No, no era eso exactamente lo que ocurría, sentía una presencia helada aferrándose sobre sus manos, y estaba soltando sus dedos uno a uno de la barandilla. Gritó nuevamente, pero era un grito, no para pedir ayuda, sino de pura agonía, sabía lo que ocurriría de un momento a otro. Volvió a gritar, ya sólo se aferraba al puente con una mano:

-¿Por qué me haces esto?!!!!! Y cayó, sin más, sin obtener respuesta, sin que nadie corriera en el último momento para salvarlo, cayó, sin frases poéticas, ni héroes de última hora, ni milagros, sin adornos, simplemente cayó y su voz se apagó para siempre.
Volvió a oírse aquella terrible risa:

-Porque no se juega conmigo. En ocasiones me canso y acepto los retos propuestos, las bravuconadas de los necios, los desafíos lanzados, recojo el guante arrojado a mis pies, y el sacrificio esta hecho. No debiste tentarme. Ahora soy parte de ti y tú de mí, como habías querido. No cabe el arrepentimiento esta noche. Hoy no me siento generosa.
Se escuchó su risa implacable, aulló el viento y se llevó consigo su voz.Debajo del puente ya todo era un caos. El suicida había interrumpido el tráfico y los viajeros que iniciaban sus vacaciones maldecían su infortunio por haber elegido aquel itinerario de viaje, y también al pobre infeliz que había decidido hacerles partícipes de su elaborado final.
Hasta la próxima desconexión!!!!