martes, 6 de octubre de 2009

ESPEJO


Vivía en una gran casa. Era una construcción antigua, completamente de madera. Bueno, todo lo completamente que podía ser para mantenerse en pie.

Le encantaba aquella casona, sus crujidos al subir por la escalera, el chirriar de sus puertas, el olor a humedad en el sótano. Pero lo que realmente le tenía cautivado era aquel espejo de madera que reposaba sobre la pared de su dormitorio. Sus bordes, sus reflejos. Desde que era un crío, podía quedarse horas y horas mirando aquel espejo, hipnotizado.


Con el transcurrir de los años pudo descubrir que no sólo le gustaba el espejo, sino el reflejo de sí mismo en él. Sí, era su reflejo lo que ansiaba ver.
Poco a poco, fue recubriendo los espacios vacíos de la casa, con pequeños y grandes espejos. Su reflejo lo acompañaba en cada momento. Conocía sus facciones desde cualquier ángulo.

Comenzó a llevar consigo un pequeño espejo de bolsillo, para poder admirar de cerca su rostro.


Ya todo en la casa había cambiado, todas las superficies, eran reflectantes, nada quedaba de los antiguos muebles que le acompañaban en su rutina diaria desde su niñez. Todo había quedado relegado en post de su nuevo y único amor, él mismo. Sí, podía decirse que se había enamorado de su propia reflejo.
Pero algo seguía molestándole, había un momento del día en el que no podía observarse. En que debía quedarse a solas sin la compañía de su rostro por doquier. Odiaba aquel momento, que no era otro que cuando sus ojos se cerraban para dormir.

¿Cómo podía solucionarlo? En un principio intentó mantenerse despierto, pero eso, además de no ser posible durante demasiado tiempo, no resolvía la cuestión, porque había descubierto que sentía curiosidad por saber como lucía cuando estaba durmiendo.

Colocó una cámara de video y se grabó, pero aquello tampoco era del todo satisfactorio. Era como si faltara algo, como si el hecho de estar grabado le quitara autenticidad, viveza, realismo. No era una grabación lo que deseaba.
Deseo y deseo, poder permanecer despierto a su lado mientras dormía. Tanto fue así, y tanta la frustración que sentía que una noche, consiguió desdoblar su alma, por encima de su dormido cuerpo.

Se elevó en mitad de la noche, sobre la cama, sintiéndose ligero, como una pluma. Se giró y pudo, por fin visualizar su sueño. Era tan hermoso, tan apaciguador. Tanto así, que deseó llorar, pero las almas no lloran, necesitan un cuerpo para ello, deseo reír, pero sus labios no se curvaron, deseo gritar, pero el alma no tenía voz.

Tenía una sensación extraña y quiso regresar a su dormido cuerpo, pero no lograba hacerlo, lo intentó del mil formas distintas, hasta la desesperación, hasta casi entrada la mañana.

En ese momento desvió la mirada de su rostro, y vio su reflejo en aquel antiguo espejo de madera, pero no era su reflejo, al menos no era el que esperaba ver. Sus ojos eran rojos, su tez blanca como la leche, su cara parecía hundida allí donde debían estar los roseados mofletes, sus labios finos, formando una delgada línea, tenían un color violáceo. Fue cuando descubrió, lo que estaba pasando. Aunque no sabía que había ocurrido en primer lugar, si había conseguido desdoblarse y un alma sin cuerpo no puede vivir, aunque desgraciadamente no sea lo mismo al revés y un cuerpo sin alma si que pueda hacerlo. O si la muerte había llegado antes y por eso había conseguido aquella separación incorpórea. Pero al fin y al cabo que importancia tenía eso ahora. Ya nada podía hacer al respecto.

Una idea lo sobrecogió. ¿Acudiría alguien a ver que le había pasado? Y lo que era peor ¿Estaría en ese estado para siempre? ¿Tendría que ver ese horripilante reflejo de sí mismo por siempre?
Intentó llorar pero un alma sin cuerpo, no tiene lágrimas...


PD: ¿Cual creéis qué es la moraleja de esta historia?


Hasta la próxima desconexión!!!!

12 comentarios:

alfonso dijo...

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… con la mirada desconectada…

Había escrito un relato de corte parecido pero ya no lo publicaré... el tuyo es mucho mejor, lo leo aquí y disfruto más.
Moraleja falsa: algunas veces el espejo está en nosotros mismos. Nos miramos tanto que quedamos atrapados en nuestro interior, sin tiempo para ir a buscar un espejo de cristal.
Moraleja: Ten cuidado a dónde miras, no sea que te mire a ti y gane.

... besos sin castigos desde CR & LMA
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Jordicine dijo...

Pienso como ÑOCO LE BOLO. Es aquéllo de según como se mire todo, del cristal y todo eso. Me ha gustado. Un beso, CASTIGARA.

Jordicine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Castigadora dijo...

ÑOCO: Tu moraleja falsa fue el inicio o inspiración de este texto, pero de apoquito se convirtió en la verdadera.
No me creo que nada de lo que escribas sea peor que lo mio, sinceramente!
Besos

JORDI:Pues según como se mire la historia será una cosa u otra no?
Besos

Javier Puche dijo...

Una moraleja posible: hay que tener cuidado con los espejos. Podemos quedar atrapados en ellos. Dicho de otro modo: entregarse al narcisismo nos convierte en idiotas, o nos arrebata el alma.

Möbius el Crononauta dijo...

La moraleja es que sí algo hay peor que morirse, es morirse y llamarse Narciso, y quedarse colgado en el canal del Cementerio TV para los restos... y sin Iker jiménez que entretenga con sus locas historias

Saludos

mas de mi que de... lirio dijo...

Abrí mi veda de silencio por unos instantes y deje algo para ti en mi espejo.

Besos desde mi alma.

tetealca dijo...

En casa de mis padre hay un espejo que me lo recuerda mucho.
Moraleja no se, pero el colmo sería llamarse Narciso.
Un abrazo.

Castigadora dijo...

HERMAN: No se podía decir mejor!
Besos

MOBIUS: Jaja, si eso debe ser atroz. Sin Iker?? Dónde iriamos??
Besos

LIRIO: Muchas gracias por el premio y pasaré de nuevo, Te dejé un comentario echalé un ojo!
Besos

TETEALCA: Si sería el colmo, pero hay tanto Narciso, suelto por ahí de incognito!!
Besos

eSadElBlOg dijo...

No hay que perder el tiempo en ver si nos gusta como vivimos, en analizarnos o estudiarnos ante el espejo. Simnplemente hay que vivir como nos gusta.

Sexygirl dijo...

Ah que bueno esta esto:

Moraleja? Hay que vivir la vida y convivir con los demas, no quedarse con uno mismo si puedes compartir la belleza de la vida con alguien mas.

Me encantó.

Arigato amiga.

Castigadora dijo...

CECILIA: Me gustó tu moraleja. Un poco de socializarse es lo mejor! Encontrar personas con las que compartir gustos y momentos! Por eso merece la pena pasar malos ratos, por los buenos! Si te encierras en ti mismo, puede que no te hagan daño, pero tampoco te darán alegrías. Enamorarse de uno mismo? NO basta con gustarse un poquito y enamorar a los demás!
Saludos Chingú!