
Estaba totalmente rodeada de ellos, traslucidos, fríos.
Los fantasmas la miraban de arriba a bajo, con su gesto torcido, y su expresión, sin expresión. Podía ver a través de sus no-cuerpos, y a pesar de ello los sentía tan densos como piedras. Parecían frágiles como el cristal, y aun así habían perdurado a su lado durante tantos años, que eran parte de la familia. Durante todo este tiempo, siempre los había sentido respirar sobre su nuca, expandiendo su aliento helado sobre su cuerpo.
Ahora, frente a frente, era el momento. Invadida por cajas de cartón que atrincheraban el pasillo, se sintió presta para poder pelear la última batalla. Las barricadas estaban armadas, la decisión tomada, el valor adquirido. Los miró, los retó, se impuso.
Cogió la última caja de cartón y se dio media vuelta para abrir la puerta. Los fantasmas la seguían con sus mortecinos ojos, sin poder cruzar el umbral. Tantos años persiguiéndola, tantos momentos sufridos en su compañía. La mudanza estaba preparada, todo embalado…
Ahora era el definitivo adiós. No les dejaría conocer su nueva dirección. Adiós a las cuatro paredes, adiós a los fantasmas que en ella vivían. Adiós a "su familia de fantasmas".
No iba a echarlos de menos...
Hasta la próxima desconexión!!!
Chic@s lo cierto es que me mudo, sí, tanto lio era por eso, pero además es que parece que me convertiré en una paria de la sociedad, porque no llega el internet a mi nuevo hogar (espero que no por mucho tiempo) Así que intentaré estar por vuestros blog, y mantener éste al día, pero puedo preveer que en un tiempo se me va a hacer difícil, aunque lo intetaré con empeño!!!
PD: En las mudanzas sale de todo!!!