martes, 21 de enero de 2014

¿UN ROBIN HOOD MODERNO?




Hoy toca almorzar pescado, pensó Oliver mientras daba un bocado a su sándwich de atún. Estaba aceitoso. Se limpió los dedos en su agujereada camiseta en la que Yoda fumando marihuana decía: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
Se sentó frente a su portátil. Esta vez el encargo no era complicado y el beneficio era más que apetecible. Pirateó la base de datos de la Organización Nacional de Transplantes. Sólo tenía que colocar el nombre del hijo de su cliente el primero de la lista y estaría terminado. Limpio, rápido, sencillo y tremendamente provechoso, sobre todo para él.
Comprobó su cuenta y tras confirmar el pago y hacerlo desaparecer en el entramado habitual, finalizó el trabajo.
-Hora de recuperar el equilibrio- y como si fuera tan sencillo como acceder a su email pirateó la cuenta bancaria de su último cliente.
-Siempre tan generoso- dijo.
Tomó trescientos mil euros y los donó de forma anónima a una fundación contra el cáncer infantil.
-Listo- mordió de nuevo el sándwich de atún y miró su reloj. Le daba tiempo a ver un nuevo capítulo de Big Bang Theory antes de volver a la empresa.

¡Hasta la próxima desconexión!

3 comentarios:

alfonso dijo...


Sin castigarte...
Yo también veo Big Bang Theory pero no tengo las habilidades de tu personaje. Me encantaría poder desplumar a tanto sinvergüenza y donar todos a tantas buenas causas que lo necesitan.
Me Ha En CAn Ta Do

· besos

· CR · & · LMA ·


Castigadora dijo...

Ñoco: Para Oliver la vida se trata de equilibrio y karma. Lo que se desequilibra debe volver a equilibrarse, aunque sea así.
Un placer comentar contigo, seguidor de Big Bang Theory

Anónimo dijo...

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