
No sabía del todo como había ocurrido. Debió quedarse dormida. Lo único que recordaba era haber reposado su cabeza en el asiento y dejar que la música de Queen fluyera hasta sus oídos desde su reproductor.
Poco después había sentido una fuerte sacudida, que la despertó sobresaltada. En cuestión de segundos, perdió la noción del espacio, no sabía lo que estaba arriba y lo que estaba abajo, la izquierda y la derecha se alternaban en su mente, todo le daba vueltas. Su cuerpo chocaba contra los demás asientos, contra las ventanas, incluso contra los cuerpos de los demás pasajeros. El autobús estaba dando vueltas de campana. Y de pronto, todo se quedó a oscuras...
No sabía cuanto tiempo trascurrió desde que se desmayó, pero lo cierto es que se despertó y la pesadilla, no se esfumó.
El autobús reposaba boca abajo, en algún lugar de la carretera de vuelta a casa. Los cristales estaban por todas partes, habían saltado, al haberse aplastado el techo. Había cuerpos inertes por todas partes, no se oía ningún ruido, salvo el que ella misma producía. Sintió la inmensidad de la soledad, que la rodeaba.
Intentó moverse y descubrió que una de sus piernas estaba rota. El dolor al moverla fue tan intenso, que pensó que perdería el sentido de nuevo, pero logró rehacerse.
Miró a su alrededor y descubrió que el único lugar por el que podría salir de aquel amasijo de hierros era el cristal delantero. No sabía como pero debía llegar allí. Intentó deslizarse por el techo del autobús. Aparte de su pierna parecía que no tenía nada más roto.
Mientras se arrastraba sentía como se le clavaban los trozos de cristal en el cuerpo y abrían canales en su cuerpo de los que manaba su sangre. Hasta ese momento no se había fijado de lo oscura que puede ser la sangre, cuando fluye sin control, no sólo la suya, todo el interior del autobús estaba impregnado de ella, con su característico olor metálico.
De repente sintió la necesidad de oír algo más que su respiración y gritó:
-¿Hay alguien más...?- No sabía como acabar aquella pregunta. Se resistía a decir “con vida” porque eso le confirmaría lo realmente devastador que podía ser el escenario en el que se había sumergido, sin previo aviso.
-¿Hay alguien más despierto?- fue lo primero que se le vino a la cabeza.
-Aun puedo ser “políticamente correcta” hasta en situaciones así- pensaba que si bromeaba, podría superar mejor el hecho de no haber recibido respuesta a su "estudiada" pregunta. Además cuanto más hablara en voz alta menos sola se sentiría, atrapada entre los cuerpos.
Siguió intentando alcanzar el parabrisas delantero, pero con cada esfuerzo, sus energías se iban agotando, por el discurrir de su sangre. Si seguía perdiéndola a ese ritmo, ella misma empezaría a “dormirse” junto con los demás.
-No es el momento de dormirse- se decía a sí misma, mientras unas lágrimas escapan de sus ojos asustados.
-No quiero llorar, de verdad que no, pero es que las lágrimas caen solas- hablaba consigo misma sin pretenderlo, sin tan siquiera advertirlo.
Tras unos minutos angustiosos, que le parecieron días, llegó a la altura del conductor, tan inerte y sin conversación como todos los demás.
Hubiera querido poner sus dedos en el cuello del conductor y comprobar que estaba vivo, tal como apareciera en las series de televisión, pero una vez más temió confirmar sus sospechas, además ella nunca supo tomar las pulsaciones.
Su ánimo se desvanecía por momentos. ¿Qué haría? ¿Cómo iba a salir de allí? La perdida de sangre ya era realmente preocupante y sus efectos empezaban a pasalre factura, su cabeza se estaba nublando. Dentro de poco se desplomaría sin remedio.
-¿Pero por qué justo hoy? Hoy tenía que llegar temprano a casa era el último capítulo de mi serie favorita, ¿sabes? Y me quedaré sin saber el desenlace. Aaahhhh!!!!!!!!!!!!!! Ja ja ja ja. ¿No te parece gracioso? ¿Eh? ¿No te lo parece?-Bromear siempre había sido su defensa ante aquello que no podía controlar, trivializar lo que era importante, para que nadie supiera lo que realmente pensaba.
-Incluso ahora soy fiel a mi misma ¿no? No hay mejor manera de... y se dejó caer a la espera de lo inevitable.
Hasta la próxima desconexión!!!!!!