viernes, 1 de febrero de 2008

MIRADAS DE AGENDA


Nunca le habían gustado los diarios, no podía llenar páginas y páginas, con sus pensamientos. su vida no era tan interesante. Además sus hojas blancas siempre le hacían torcerse y sus reglones caídos, le traían malos presagios, pero si tenía la necesidad de escribir, siempre la tuvo.
Aprendió que no necesitaba escribir diatribas, parrafadas seudopsicológicas sobre sí misma, anhelos, o cosas del estilo, su mente era demasiado confusa, demasiado anárquica, para que sus escritos fueran coherentes o mínimamente interesantes. Al releerlos no podía reconocerse en ellos.
Tras unos años de dejar apilados en las estanterías libretas, diarios, ... y demás, logró saciar su necesidad cotidiana sin que se le impusiera en la vida como un castigo. Había cambiado los diarios, por una agenda, sí una mísera, pequeña y poco glamurosa agenda. En ella tenía todo lo que necesitaba. Cada día de la semana un pequeño espacio que rellenar, y unos reglones bien firmes que le ayudaran a levantar el ánimo.
Le encantaba su agenda, y no la llenaba de miserias cotidianas, ni de ilusiones desilachadas o venideras, sino de aquello que podía resaltar de cada día, del presente, de su presente. Un libro que terminaba y su final no era el esperado, una película que encontró por casualidad en televisión y la había hecho llorar, un amigo que la llamaba después de meses sin saber de él, un niño en el parque que le había sonreido, una frase que la conmovía, un pequeño recuerdo que asaltaba su mente al escuchar una canción, no valía cualquier cosa, pero tampoco necesitaba que hubiera un antes y un después, sólo que le tocara el alma de algún modo.
Aprendío a ver el mundo con otros ojos, a apreciar los pequeños detalles, a sacarle el jugo a los momentos cotidianos, pácificos, y tranquilos que a veces podía encontrar; y la ayudaba a superar los instantes de desasosiego, que encontraba a su paso, en el camino trazado.
Ella me enseñó su forma de aferrarse a la vida, de disfrutarla, de llenarla. Fue hace mucho tiempo, ella, la que me compró mi primera agenda, negra, fea y sin estilo, ella a la que debo agradecerle todo lo que me enseñó a mirar, a contemplar, a rozar. Ahora cada una observa el mundo desde sus ojos, y tiene visiones diferentes de cada instante, incluso de los que compartimos, pero siempre coincidimos en un día. Cada 31 de diciembre escribímos que la mayor ilusión en ese momento es comprar otra agenda.

Hasta la próxima desconexión!!!

11 comentarios:

Kiri dijo...

Comparto esto...desde hace unos años...he incorporado el ritual de la agenda a mi vida. Con lo contenta que yo estaba antes sin conocerla!!! Pero ya es imprescindible...se acercan las uvas y yo ya estoy buscando la nueva:-) Y que gustirrín me da estrenarla....

el_iluso_careta dijo...

muy bonito, aunque no soy amigo de las agendas...

Clodovico dijo...

Yo todas las agendas que toco las lleno de dibujitos jajaja las que tenia en bachillerato ahora son míticas y los de clase me las piden para recordar los buenos tiempos..ains.. como hecho de menos el instituto.. :,(
Besines!

Miguelo dijo...

yo say anti diarios, agendas, planes... anti todo lo programada.

un beso y sigue castigandome ;)

Luna Carmesi dijo...

He encontrado en tu texto algunas frases muy mias...
y eso me emociona (no soy nada cursi).

Soy caotica con los diarios y agenda... mis pensamientos, mis vivencias, escritas en ordenador en caoticas carpetas dentro de Mis Documentos... ay! Algun dia se perderan...

Besos y gracias por el regalo de post como este.

Anónimo dijo...

Cuando uso una agenda lo hago del modo más frío e impersonal, pero es bonito ver que algo aparentemente tan funcional pueda servir para ayudar a alguien a ver la vida de otra manera. Esos pequeños detalles, que muchas veces llegan a ser muy importantes.

Saludos

Jordicine dijo...

Y a ciertas edades, Cadstigadora, si no te apuntas las cosas no te acuerdad de ellas. Y el blog, como no, es nuestra agenda diaria. O no? Un beso. Hasta la próxima desconexión.

eSadElBlOg dijo...

a mi me gusta marranear la agenda con dibujitos y principios de historias, para lo que soy malísima es para apuntar las citas y las cosas que tengo que recordar...

Castigadora dijo...

KIRI: Si que da gusto empezar las agendas nuevas, es como cuando empezabas el curso en el colegio, los libros nuevos siempre nos cautivaban, pero después perdían su encanto, jeje.
Besos!

ILUSO: Depende de para lo que uses la agenda no?
Besos!

CLODO: Como me gustaría ver esas agendas seguro que son épicas! Yo el insti no lo hecho de menos, más bien el colegio, jaja.
Besos!

MIGUELO: Como le dije a Iluso depende de para lo que la uses a veces son medios para recordar como en el caso de Clodo. Seguiré castigándote, puesto que tengo tu permiso!
Besos castigadores!

LUNA: Gracias! Si que los diarios están llenos de palabras ociosas e irracionales, son caóticos y en la mayoría de los casos inútiles, pero de vez en cuando son un desahogo necesario.
Besos!

MOEBIUS: Esa era la "moraleja" del post, como convertir algo tan corriente en un objeto preciado para nosotros y además conseguir que sea una fuente de ilusión!
Besos!

JORDI: Pasa eso con la edad? no tengo idea, jaja. El blog si que nos sirve para mantenernos al día sin olvidar nada, es un ejercicio y un diario compartido.

ESADELBLOG: Entonces eres parecida a la prota, puesto que ella para lo único que no la usaba era para anotar las citas.
Besos!

Carlota dijo...

Deberíamos, con agenda o no, cada día, pensar en las cosas que nos han tocado el alma...es verdad que cambiaría nuestras vidas...apuntarlo me parece una idea estupenda.

Castigadora dijo...

CARLOTA: Que bien que estes de regreso de tu misión!
Apuntar aquello que nos toca el alma puede servirnos en el momento mas bajo de nuestra vida.

Besos